miércoles, 19 de marzo de 2008

Alejarme


A veces, al cerrar los ojos viajo al lejano oriente, y veo a una muchacha lavando a la orilla de un río. Ajena a las prisas, al estrés del día a día occidental... Una joven hermosa (cómo no), muy parecida a la de la foto, aunque no idéntica. Posiblemente hija de unos pescadores, y hermana mayor de un niño de unos ocho años que estará jugando a algunos cientos de metros...

Estos pensamientos me vienen a la cabeza cuando el ritmo de vida me supera, y entonces me abstraigo hacia los orígenes en un intento de evasión. En esos momentos me planteo cambiar las prioridades y gastarme todo mi dinero en un viaje largo... muy largo. Alejarme de ordenadores, coches, asfalto, y telediarios durante un tiempo.

Alcanzar, dentro de mis posibilidades, mi propio Nirvana (mermado obviamente por mi visión occidental de la vida). Alejarme, aprender a tocar algún instrumento exótico, y participar en fiestas colectivas llenas de música incompresibles y drogas milenarias...

Alejarme... alejarme.